El tema de los vientres de alquiler suele ser cuestión de debate en tertulias y en televisión. El asunto tiene sus defensores y detractores, pero sigue suscitando polémica. ¿Es aceptable que una mujer alquile su vientre para gestar una criatura que legalmente será de otros y sobre los que ella no tendrá ningún derecho? ¿Es ilegal que una mujer ayude a una pareja a cumplir su sueño?

Que una pareja estéril aspire a ser padres es lógico y comprensible. Lo que se debate son los métodos para conseguirlo, si se trata de una necesidad (la de ser padres) o un negocio (por parte de la arrendataria). Los que están a favor alegan que si falla la fecundación in vitro, si los futuros padres no tienen otra salida, ¿por qué no acudir a alquilar un vientre que geste a su hijo? Hasta que esto pueda realizarse en un laboratorio, como en Un mundo feliz de Huxley .

También está el caso de parejas homosexuales que desean adoptar. Unos piensan que pueden ser padres o madres ejemplares y darles cariño y seguridad y otros, que eso es una aberración que un niño tenga dos padres o dos madres. ¿Es eso antinatural?

Alquilar un vientre para gestar, ilegal en España, está legalizada en Estados Unidos y Francia lo estudia. En la sociedad, primero se crea la necesidad y luego hay que tomar las medidas oportunas. El problema está ahí y no podemos cerrar los ojos a él. Hasta ahora se plantea de forma mercantilista. Por eso, ¿hay que cambiar nuestra legislación? ¿Puede cada persona hacer lo que quiera con su cuerpo?

En estos temas nos dejamos llevar por prejuicios a veces religiosos. Pero no podemos dar la espalda a la ciencia y a la realidad de nuestro tiempo.

*Psicóloga.