TVtiene usted, señor Zapatero , con todo su gobierno, en gesto de buena voluntad y de aprecio, a esta tierra. Se lo agradecemos y le deseamos buena estancia.

Parecía descortés exhibir, de entrada, el escepticismo secular ante visita tan cortesana, pero éste es un pueblo escamado, que bien pudiera decir: por orden del rey se prohíbe a Dios que haga milagros en este lugar . Ya le digo, señor presidente --y perdone la brusquedad--, que desayunar promesas, almorzar mentiras, sustentar la única industria del discurso político durante años nos ha llevado a cuestionar toda buena voluntad, a la aversión indisimulable por la retórica y hasta desconfiar del poder de Dios, con todo respeto.

Con usted viene el poder y los resortes del ilusionismo, pero sabemos que usted se irá enseguida, y el poder, cuando se va, vuelve al escamoteo y el olvido.

Como sinceramente deseamos que se encuentre como en su casa, le rogamos no haga ofertas ilusorias, no use el nombre del progreso en vano, ni haga de mister Marsall , ni acuda a la retórica, pues esta tierra no puede soportar más, sinceramente, una palabra de promisión.

Agradeciéndole la visita, me atrevo a recordar a usted --castellano viejo-- un viejo axioma castellano: obras son amores.

*Licenciado en Filología