La Audiencia Nacional dará a conocer mañana miércoles la sentencia sobre los atentados del 11-M. Es el mejor homenaje que se puede rendir a las víctimas de la mayor masacre terrorista que se ha producido en nuestro país. Cuatro meses de juicio y otros tantos de deliberación culminarán con la lectura de una decisión judicial que debería poner punto final a un proceso en el que nuestro país ha dado ejemplo al mundo. Ejemplo de eficacia policial y judicial que ha permitido que la detención de los presuntos autores de los atentados, la instrucción de un complejísimo sumario y la realización del juicio se hayan realizado en un tiempo récord.

La sentencia establecerá la verdad judicial y las responsabilidades de los encausados en los atentados. Pero, a la vez y por defecto, pondrá frente al espejo a quienes a lo largo de estos tres últimos años han estado sembrando dudas sobre el proceso judicial, han puesto en entredicho la competencia de los encargados de la instrucción del sumario, y han construido la paranoica teoría que pretendía implicar a ETA en la comisión de los atentados y a las fuerzas policiales en la manipulación de las pruebas.

A pesar de que Angel Acebes proclamó como ministro del Interior en funciones, antes del traspaso de poderes al actual Gobierno, que los autores del atentado estaban o muertos o puestos a disposición de la justicia, su partido se ha sumado a lo largo de este tiempo a azuzar la teoría de la conspiración. El PP ha presentado más de 500 preguntas parlamentarias sobre el tema, y su líder, Mariano Rajoy , ha llegado a afirmar que no se creía "que los detenidos del 11-M organizaran los atentados" y ha manifestado que "al final, el terrorismo islamista y el de ETA estarán relacionados en algún punto".

Durante la vista oral no apareció el más mínimo indicio de estas conexiones, a pesar del intento del exdirector de la Policía, Agustín Díaz de Mera , que habló de un presunto informe que alguien le contó que presuntamente existía en el que se recogía la presunta relación de ETA con el terrorismo islamista en la organización de la masacre. Como dijo Aznar ante la comisión de investigación del 11-M, a los autores de la masacre no hay que buscarlos en montañas o desiertos lejanos. Están en la cárcel, a la espera de escuchar sus condenas.