TCtASITAS EN LA COLINA. No es lo mismo vivir en la ciudad, en una calle más o menos céntrica, que en el campo, a varios kilómetros del casco urbano, con lo que supone de gastos e incomodidades a soportar toda una vida, o cuando menos, los 20 o 30 años que tardemos en pagar la hipoteca. ¡Vaya un plan! La verdad es que mucha gente, miles de personas, con tal de acceder a una vivienda de diez millones de las antiguas pesetas, están dispuestas a ser vecinos, mitad de Cáceres, mitad del Casar. ¿Donde se empadronarán?

CASITAS DE CARTON. Construir casas que cuesten 60.000 euros a quienes las compren, roza la ciencia ficción. Es prácticamente imposible cumpliendo las exigencias que marcan las leyes y aconseja el sentido común si se quiere dormir tranquilo por la noche. No es exagerado decir que los técnicos se la cogen con un papel de fumar, y por la responsabilidad, hierro, hormigones, zapatas, pilares, etcétera, suelen calcularlos de calibre muy por encima de lo exigido, por si acaso. Ello sitúa los costos de construcción para viviendas en unos módulos que, con los gastos generales, beneficio industrial-comercial licencias, avales que garanticen las cantidades entregadas a cuenta, pólizas de seguros, etcétera, superan el precio anunciado, salvo que hagamos casitas de cartón.

VIVIR EN LA CIUDAD. ¡Esta es otra! Encima de casas pequeñas y construcción que habrá que vigilar, hay que irse al quinto c... Parece un programa más propio de un partido conservador, como el PP, que pensado por los socialistas. Los jóvenes y las economías más débiles tienen el mismo derecho que el resto, a tener sus viviendas en la ciudad y no a varios kilómetros. Después de tantos años gobernando seguimos permitiendo jugosas plusvalías a los dueños de todo, que siguen haciendo con sus terrenos lo que les da la gana. ¿No sabemos legislar? El último caso lo ofrece la consejera de Fomento dando marcha atrás, por presiones del sector, a su intención de controlar el acceso a la compra de viviendas de protección oficial. Terreno difícil el que se pisa en este sector, donde hay empresas excelentes y ovejas negras que tiran al monte.

*Periodista