En estos días de relativo descanso de la Semana Santa está sobre el tapete uno de los asuntos esenciales del inmediato futuro, que es el de la famosa consulta de Ibarretxe , ligado a los apoyos para la investidura de Zapatero y para el funcionamiento de su Gobierno en los próximos años. Da la impresión de que el presidente del PNV, Iñigo Urkullu , y la mayoría de su partido están más que hartos de la interminable historia del soberanismo del lehendakari, al que además atribuyen buena parte de su reciente fracaso electoral. El alcalde de Bilbao ha sido particularmente duro y ha venido a decir que vamos a dejarnos de tonterías y consultas y a resolver los problemas reales. En ese contexto, Zapatero, el PSOE y especialmente su sección vasca se muestran esperanzados en que la presente coyuntura puede ser providencial para solventar uno de los problemas más peliagudos y que abonan las políticas obsesivas del PP en materia de estructura del Estado, incluida la tesis del España se rompe. Zapatero tiene que quitarse de encima esa monserga con urgencia.

En el PVN recalan ahora en la política que quiso seguir Josu Jon Imaz , que le costó la presidencia del partido. Lo razonable sería llamar de nuevo a Josu Jon, que es quien sabía hacerlo mejor. El lehendakari ya puede ir pensando en olvidarse de la consulta del 25 de octubre, adelantar sus elecciones para el otoño y no presentarse a la reelección. Todo ello precedido de una intensa negociación con los socialistas, que podría traer el acuerdo para apoyar la investidura de Zapatero y algún pacto estable durante la legislatura, y seguidamente un compromiso del PSOE con ellos en la gobernación de Euskadi, gane quien gane las autonómicas próximas. Además, todo eso le interesa mucho al presidente Zapatero, pues tal salida es la que menos quebraderos de cabeza le traería, dado el complicado tablero que se abriría si la salida fuese contar con el apoyo de CiU, que es oposición a los socialistas en Cataluña. Los seis diputados del PNV más los dos del BNG hacen 177, uno más de los necesarios para la mayoría absoluta.

*Periodista