Carmen Gurruchaga (El Mundo ) se pone peliculera para narrar el enfrentamiento marbellí de Jesús Gil y Julián Muñoz. Escena: "Ambos enfrentados en el pedregal de OK Corral, el clásico de los clásicos de los westerns, dispuestos a morir matando. En la ventana del piso superior del saloon, la Pantoja, la angustiada novia de Muñoz. En el quicio de la puerta de la casita de la pradera, la santa y asustada esposa de Gil. El reto a muerte ha sido declarado en un programa rosa-cutre ante dos millones de testigos". Argumento: "Son tantos los desmanes que han cometido maestro y discípulo, que los procesos pueden prolongarse durante generaciones habida cuenta del ritmo de la justicia". Pero el duelo tiene truco: "Ninguno de los dos defiende la ley. Y así no hay manera de hacer una película en Hollywood".

El editorialista de Abc también recuerda las cuentas pendientes de Gil con la justicia, por lo que "la nueva imputación le debe parecer más bien poco". Conclusión: "Lo de Jesús Gil, más que un horizonte penal, lleva camino de convertirse en universo penal". Como el personaje se repite a sí mismo tantas veces, a la cronista de sociedad que firma como Ana Conda le da pereza glosarlo: "Los 17.000 capítulos de la Pantoja Connection me abotargan, como si no estuviera harta ya con la Asamblea de Madrid como para aguantar las sesiones de la fiscalía de Málaga. Si al menos Antoñito Banderas tuviera que ver con la trama... Parece ser que le han estafado y ahora no puede construir en el terreno que compró a Gil". Qué rollo.