TRtecorriendo las calles de nuestra bellísima ciudad, en compañía de unos amigos de Cerdeña, nos parecía estar en un hermoso jardín.

Nos sorprendían las variedades de flores con su impresionante belleza, el buen gusto de los jardineros y el perfume embriagador que se mezclaban con los variados ritmos musicales de los artistas del Womad.

Admirábamos el arte en los talleres situados en el incomparable marco de la ciudad antigua, y el precioso paseo de Cánovas. Adentrarse en el Womad e intentar interpretar su filosofía, nos invitaba a olvidar las acusaciones hirientes y mentiras de nuestros políticos y ponernos a filosofar.

Mirando las caras de los hombres y mujeres de otros continentes, a través de ritmos africanos, descubrí que la realidad de la otra persona no está en lo que se revela sino en lo que no se puede revelar. Siempre he afirmado, que si quieres entender a otra persona no escuches lo que dice, sino lo que calla y no olvides, que cuando la copa está vacía el hombre se resigna en su vaciedad; pero cuando está a medias y se la ha probado, duele que no esté llena.

Las cigüeñas, desde sus atalayas, testigos del acontecer de nuestra ciudad, al ritmo del tac, tac, - de sus picos y haciendo filigranas con su cuello, parecían hacer ecos a los discursos de de los políticos embriagados de euforias.

Mi repuesta se traducía en una opinión: El recuerdo, que hacéis estos días, no puede elevarnos por encima de vuestras obras, ni hacernos caer más bajo que nuestros fracasos.

El Womad y las cigüeñas nos daban una gran lección.

Era decirnos: menos palabras y promesas que nunca se cumplen y más ir por mundo llevando el arado y la fragua, el martillo y el laúd.

Las promesas de los políticos son como pajarracos del espacio que, en una jaula de palabras, pueden abrir las alas; pero no pueden ni volar, ni hacer volar.

Regresé a mi casa pensando decirle a los hombres y mujeres que aspiran a gobernar ciudades y pueblos: ¡Templad bien vuestras arpas! Sois vosotros y vosotras los que podéis sacar de él: dulce melodías o confusos sonidos.

*Licenciado en Filosofía