La decimotercera edición del Womad ha batido un nuevo récord de asistencia, según los primeros números que se manejan desde la organización. Estos datos avalan el interés mostrado por un público ya habituado al nuevo modelo implantado hace unos años, que convierten el ferial cacereño en el principal punto de encuentro nocturno de la cita multiétnica sin que se pierda el referente del casco monumental. Por contra, la celebración de botellones en la parte antigua, desmesurada las dos últimas noches, debe ser una llamada de atención a las autoridades para que no bajen la guardia ante un fenómeno que tanto ha costado combatir.

Por otra parte, los empresarios del centro cacereño no quieren perder protagonismo de cara a la próxima feria de San Fernando y proponen al ayuntamiento una serie de actividades para atraer al público durante el mediodía. Para ello piden permiso para instalar barras donde atender la demanda a semejanza de lo que sucede en ciudades como Plasencia o Badajoz. Ahora toca compaginar esta propuesta con el cumplimiento de la ley de ocio. Los empresarios no ven incompatibilidad alguna. El ayuntamiento tiene la última palabra.