TDtel contenido de los pinchazos en la investigación de la operación Púnica que ahora han salido a la luz pueden extraerse varias enseñanzas. La primera de ellas es la absoluta falta de vergüenza de los empresarios y políticos que se ponen de acuerdo para "saquear" las arcas de algunos municipios de Madrid, como el muy berlanguiano Serranillos del Valle ("Serranillos o Serrapollas", dice en una conversación telefónica uno de los chupópteros implicados, acreditando, por un gran dominio del castellano).

Nada que nos sorprenda.

La segunda conclusión es que después de la que ha caído con los innumerables escándalos de corrupción, con el creciente repudio social de los chorizos, con las penas de telediario, con la infamia caída sobre algunos apellidos, con la ruina de carreras políticas y profesionales, después de todo eso, todavía hay alcaldes y concejales decididos a arriesgarse con las mordidas. Son como los llamados muleros, que se exponen a varios años de cárcel con el pase de un kilo de cocaína por un aeropuerto... y que sea lo que Dios quiera.

Tercera reflexión. Algunas de las comisiones cobradas por políticos iban destinadas a financiar la campaña de las pasadas elecciones municipales del 24 de mayo. Es decir, no estamos hablando de los tiempos de Bárcenas ni de Correa . Son otras tramas nuevas surgidas después de aquellos desaguisados que dejaron a la política por los suelos y a la sociedad con una sensación de hartazgo. Uno de los ejes de la campaña electoral del 24-M fue la regeneración democrática. Pues bien, mientras en los mítines se clamaba contra los corruptos y se abogaba por una nueva política sin los vicios del pasado, había candidatos ahí sentados que trincaban, y empresas que vaciaban las arcas públicas al grito literal de "yo cobro, tú cobras, él cobra, nosotros cobramos, vosotros cobráis, todos cobramos".

Y cuarta. Se oyen en Cataluña voces de que antes del 27-S una mano negra va a intentar aflorar más basura.Bienvenidas sean las denuncias de los manguis. Pero el colmo es que la corrupción salga a la luz como una baza electoral y no como un ejercicio cívico y democrático.