Treinta familias del norte de la comunidad se han inscrito ya en la asociación creada para atender a niños y jóvenes hiperactivos, entre los que se encuentran usuarios de entre 3 y 18 años, informó María Luisa Castiñeira, presidenta de la Asociación Síndrome de Hiperactividad Déficit de Atención Norte de Extremadura (Ashdanex), que quiere defender los derechos de quien lo sufre y dar a conocer esta enfermedad "que no es solo que un niño se mueva mucho", indica.

Si un niño tiene muchos tics, duerme poco, come mal, se mueve mucho o no se concentra en lo que está haciendo, estos pueden ser indicios de que es hiperactivo. Se pueden dar todos los factores o solo alguno de ellos, pero es complicado de detectar, ya que no solo se debe observar físicamente el problema sino que también es necesario realizar una serie de test para llegar a diagnosticarlo, explicó Castiñeira. Así, hay pequeños que no pueden estarse quietos o "que llegan a un supermercado, lo quieren coger todo, echan todos los productos al carro de la compra y luego ni se acuerdan de ello", argumenta.

EDAD ESCOLAR Sin embargo, la presidenta señala que la edad escolar es la fase en la que se observa más el problema. Esto es debido a que en esta etapa aparece en algunos niños el déficit de atención y son incapaces de permanecer sentados en el sitio, no pueden concentrarse y estudiar y "esto hace que se queden estancados y no sigan el ritmo de los demás compañeros", destaca, lo que pone en alerta al docente.

Además, la presidenta señala que en Plasencia los niños y jóvenes lo tienen mejor porque encuentran ayuda por parte de los centros educativos pero en las zonas rurales lo tienen peor, "puesto que solo va un profesor específico una vez cada dos semanas y eso es insuficiente".

Este problema, con un alto componente genético, es crónico y es muy importante cómo se trate en la infancia para los años posteriores. Ante esto, Castiñeira resalta que no se ven respaldados por las entidades puesto que la medicación que toman es cara y, indica, "físicamente es agotador, porque sales a la calle y no le puedes soltar del brazo por si le pilla un coche".

Por ello, subraya que si hay padres que tienen dudas sobre si su hijo puede tener la enfermedad, debe acudir cuanto antes al pediatra "que le derivará al centro de neuropediatría infantil, aunque este proceso es muy largo", admite. Por ello, recomienda acudir a un psicólogo para que realice unos test, ya que "no es tan fácil como ver que te has roto algún hueso sino que es más complicado", concluye.