Estar preparados para evitar que se produzca alguna muerte súbita en las instalaciones de mayor concentración de personas de la ciudad. Es el objetivo que persigue el ayuntamiento con la adquisición de desfibriladores portátiles. Hasta ahora, la ciudad contaba con cuatro y la Concejalía de Sanidad acaba de adquirir un quinto.

Este último permanecerá en la piscina bioclimática en invierno y en la de verano en la época estival, según explicó ayer el concejal de Medio Ambiente y Sanidad, Luis Miguel Pérez Escanilla. El edil recordó que, en la actualidad, hay desfibriladores de este tipo en el centro universitario, en el edificio Múltiple de la Junta, en el nuevo edificio de la ciudad deportiva, ahora en la piscina y el quinto lo tiene Protección Civil, que lo llevará a todos los eventos a los que se traslade.

El aparato cuesta unos 2.000 euros IVA incluido y el gobierno aspira a comprar más porque lo ideal sería "que hubiera uno en cada instalación a la que acudan más de cien personas diariamente". Por eso, la Concejalía de Deportes de David Dóniga ha optado por otra fórmula para reunir fondos, la venta de pulseras salvavidas , al precio de 3 euros, que ya ha realizado en algunos actos deportivos. Por ejemplo, en la feria del deporte, lo obtenido en una de las barras se destinó a este fin y su intención es "seguir con la venta de pulseras en nuevos eventos", señaló Dóniga.

A su vez, Escanilla adelantó su intención de comprar nuevos desfibriladores para destinar, uno al ayuntamiento y otro al palacio de congresos, cuando abra al público. Todo con el objetivo de ser reconocida al final como ciudad cardiosaludable .

Hace un año el ayuntamiento compró el primer aparato y "afortunadamente no hemos tenido que usarlo", señaló Escanilla.

La máquina es fácil de utilizar porque va indicando cuáles son los pasos a seguir y no permite realizar descargas eléctricas si el corazón de la persona a la que se vaya a atender funciona correctamente. "Es muy seguro y es imposible hacer daño", explicó ayer Rubén Campo, del Proyecto Salvavidas.

Sin embargo, también es necesario una formación previa y está previsto llevar a cabo cursos a partir de enero para cualquier persona que quiera aprender o habilitarse para poder utilizar el aparato. Lo que quiere el ayuntamiento es que "siempre, aunque haya turnos de trabajo, haya gente formada para utilizarlo si es necesario" y contar con un instructor en la ciudad.