La policía local acordonó ayer todo el acerado que va desde la plaza de San Calixto al ambulatorio Luis de Toro en la transitada avenida de José Antonio como medida provisional para evitar que la caída de losetas pueda herir a alguien. "Hemos puestos las vallas como medida de seguridad porque por ahí pasa mucha gente al cabo del día hasta que les comuniquemos a los vecinos que tomen medidas" indicó el edil de Seguridad Ciudadana, Blas Raimundo.

Por suerte no ha habido daños personales y la amplitud del acerado permite el paso de personas, pese a las vallas. Es producto del deficiente anclaje de las losetas a la fachada que obligó a los vecinos a llevar a juicio por vicios ocultos al constructor, Vicente Paredes. En la esquina con Obispo Varela los vecinos han colocado una especie de marquesina mientras se soluciona el problema.