En 1998, la Junta de Extremadura detectó y diagnosticó el pandeo de tres arcos del acueducto. Doce años después, se va a llevar a cabo su rehabilitación. El Gobierno invertirá a través del segundo Plan E 300.000 euros, primero en apuntalar y después en la consolidación y refuerzo de la cimentación de un monumento del siglo XVI.

Las obras llegarán después de haber encargado diversos estudios sobre el estado de los arcos --la misma concejala Mónica García encargó uno en el 2005 al Instituto de Rocas Ornamentales y Materiales de Construcción y en 2008 a Consulting de Ingeniería y Tecnología SL,-- y de los correspondientes diagnósticos, una jornada monográfica y diversos anuncios de obras.

Ahora, ya están en contratación los proyectos. Lo primero que se hará, según explicó ayer García, es apuntalar los arcos dañados a través de una estructura metálica "llamativa", que tendrá la misma altura que el acueducto y servirá para proteger el monumento y prevenir "posibles movimientos y la caída de elementos" durante el tiempo que duren las obras.

Llegará después una nueva medición para actualizar los datos del grado de inclinación de los arcos y "comprobar los posibles movimientos que haya habido, grietas" y la última fase será la consolidación con el refuerzo de la cimentación.

García no dio ayer fechas, pero en todo caso, ya que las obras están incluidas en el segundo Plan E, deberán estar terminadas el 31 de diciembre, salvo que se pidiera alguna prórroga.