A los robos continuos de bombonas que está sufriendo la distribuidora local del butano en su almacén se sumó ayer la agresión a un familiar de los empresarios por un individuo que abordó a su víctima por la espalda a la misma puerta de su domicilio apuntándola con un objeto punzante. "A cinco metros de casa la lanzó contra un escaparate, le dijo que no se girara pinchándola con un objeto punzante que la rompió el pantalón y le dio un mensaje amenazante para la empresa" narró ayer un portavoz de la empresa.

Lo que pasó ayer a plena luz del día, hacia las dos de la tarde, en la calle sor Valentina Mirón y demuestra que los responsables de la distribuidora, que han llegado a pedir amparo públicamente a las autoridades hartos de tanto robo, están en el punto de mira de los delincuentes. Solo un día después de que confesaran su temor a represalias o a incidentes más graves tras el robo de un centenar de botellas durante la Nochebuena y de haber hallado en el almacén un hacha olvidado por los ladrones.

Aunque llevan soportando robos la friolera de cuatro años, han sido sus denuncias públicas con repercusión incluso en televisiones nacionales las que han hecho tomar cartas en el asunto a la Subdelegación del Gobierno, según confirmó antes de Navidad. Aunque los afectados dudan de que se haya montado operativo policial alguno, pese a que son las bombonas robadas en su almacén de la carretera de Montehermoso las que surten a todo un mercado negro instalado en los barrios de San Lázaro y La Esperanza a cambio de droga.

MERCADO NEGRO Ayer la denuncia interpuesta en Comisaría no fue solo por robo, sino por agresión y amenaza a uno de sus familiares, lo que agrava la situación de impotencia e indignación de los afectados, que llevan años advirtiendo de que en San Lázaro y La Esperanza se están vendiendo a seis euros las bombonas a cambio de una dosis de droga. De hecho todos los ladrones que han sido detenidos por estos hechos, y puestos en libertad la mayoría, son toxicómanos y viejos conocidos de la policía.

Mientras el familiar asaltado ayer a la puerta de su casa se recupera de la crisis de nervios que le sobrevino. "Desde luego le pincharon con un objeto punzante porque le rajaron el pantalón aunque, por suerte, no le llegaron a herir, pero se la han puesto vacunas y se le hará la prueba del sida por si era una jeringuilla aunque cree que más bien era una navaja" explicaron ayer desde la empresa, visiblemente preocupados.