La policía local trabaja "intensamente" para evitar que se produzcan nuevos fuegos intencionados. Pero a pesar de tener "efectivos importantes" en las zonas más habituales de este tipo de incendios, no han dejado de producirse. El último tuvo lugar la madrugada del pasado sábado en Donantes de Sangre y alarmó a los vecinos más próximos. Por eso, el alcalde pidió ayer la colaboración de los propios vecinos, para poder atrapar a los pirómanos in fraganti.

Pero también se dirigió a estos --la policía cree que se trata de jóvenes con ganas de divertirse-- para pedirles "concienciación" porque "cuando se hace una acción así lo que no conseguimos son beneficios. Se ponen en peligro muchas vidas", además del susto para los más cercanos y las consecuencias, como el olor a humo y las pavesas que terminan en sus viviendas, al dormir con las ventanas abiertas, porque la mayoría se producen durante la noche.

Fernando Pizarro señaló que la culpa no es siempre si se ha desbrozado o no, porque el ayuntamiento lo está haciendo durante todo el año e incide en las zonas más conflictivas, y además, subrayó que este año se han hecho cortafuegos "y esto es lo que ha permitido que algunos incendios se hayan quedado lejos de las viviendas".