El teatro Alkázar ha cumplido 90 años. Es el único que conserva la ciudad actualmente, heredero de los antiguos Teatro Romero y Sequeira. Esta semana se acaba de celebrar el aniversario y tres grupos teatrales se encargaron de retrotraer al público a ese año 1927 en que se inauguró, con la proyección además de la misma película, Hotel Imperial, cine mudo protagonizado por Pola Neri y James Hall.

El archivo municipal conserva información de aquellos inicios, incluso de su construcción. De hecho, quien tenga curiosidad puede consultar la licencia de obras solicitada o el certificado médico expedido. Según los datos facilitados por la archivera Esther Sánchez, nació gracias a tres empresarios, Modesto Durán Jiménez, Godofredo Monge y José Rodas.

Se construyó en los jardines de una casa que pertenecía a Ramona Vera y se inspiró en un diseño realizado por Francisco Mirón. En ese momento, el cine era una de las actividades con más atractivos, por lo que su actividad fue cinematográfica, seguida de la teatral y además, «el patio de butacas se podía transformar en sala de baile a través de un sistema de levas y rodillos y así se podían celebrar bailes en ocasiones especiales», señala Sánchez.

El Alkázar completó entonces una oferta que inició el Teatro Romero con su puesta en marcha en el año 1893, en la calle San Pedro y el Teatro Sequeira, en el año 1923 y que ocupaba el actual convento de San Francisco. Incluso, la archivera destaca que todos han sido herederos de un patio o corral de comedias, que funcionó en el primer tercio del siglo XVII y se encontraba en el espacio que actualmente ocupa el parking de la puerta Talavera.

En el año 1988, la parte alta del teatro se transformó en minicines, pero siete años después, se cerraron. Surgió entonces la idea de recalificar el suelo para dedicar el espacio a viviendas, pero una importante movilización ciudadana lo impidió.

defensores / Defensores del Alkázar se denominó ese colectivo ciudadano. Según la documentación de los archivos, que incluye un trabajo del alumno de la Universidad de Mayores Indalecio Albalá, se recogieron 1.300 firmas en contra del cierre. Finalmente, lo adquirió el ayuntamiento, con José Luis Díaz de alcalde, que ya se comprometió en campaña a hacerlo, y tras una remodelación proyectada por el arquitecto Luis Ramón Valverde, reabrió el 11 de marzo de 1999.

Como anécdotas, en él tuvo lugar en 1929 una función benéfica para recaudar fondos para terminar la carretera del Puerto y en 1931 se presentó la Masa Coral Placentina, fundada y dirigida por Manuel García Matos y precursora de los Coros Extremeños, informa Efe.