La prueba del ADN será determinante para resolver si el joven detenido el domingo por la Policía Nacional es o no el autor de las agresiones sexuales de los últimos meses, según indicó ayer Comisaría, que espera disponer de esos resultados en el plazo aproximado de quince días. Mientras tanto, J.G.S., de 25 años y albañil de profesión, esperará juicio en la prisión de Cáceres donde ingresó el domingo por la tarde.

El presunto agresor fue detenido por la Policía Nacional el domingo tras las pesquisas iniciadas cuando un agente de la Policía Local de paisano le identificó el jueves en plena calle después de vejar a una joven en Cañada Real. El policía acompañó a la mujer a Comisaría y la Policía Nacional cruzó datos hasta someterle a una rueda de reconocimiento en la que una de las víctimas dijo identificarle.

La nota hecha pública por la Comisaría de la Policía Nacional destaca la coincidencia "del modus operandi utilizado por el detenido en otros casos denunciados y de las características físicas del autor, salvo en que en los demás se tapaba la cara con alguna prenda de vestir".

DETENIDO CON ANTECEDENTES

Ya había sido detenido en julio con relación al caso de la mujer que denunció que un joven se subió sorpresivamente a su coche en un semáforo pidiéndole que le llevara a casa en la plaza de toros. Pero en el trayecto la obligó con amenazas a conducir hacia la carretera del santuario de la Virgen del Puerto y la víctima se arrojó del coche a la altura del hospital.

Comisaría confirmó ayer que el detenido tiene antecedentes por robo y peleas y que estaba siendo vigilado como sospechoso. Es un joven trabajador de la construcción que vive con su compañera sentimental y en su declaración ante el juez negó ser el autor de las agresiones.

Seis son las denuncias habidas desde marzo por dos ataques en Miralvalle, en un portal de la avenida de la Vera, en la abandonada colonia de la Inmaculada, en el coche al que se subió el agresor y el último el jueves pasado. En dos de estas, los gritos de las víctimas le hicieron salir huyendo, pero llegó a haber violación sin penetración en uno de los casos y en otros se masturbó ante las mujeres. En casi todos amenazó a sus víctimas con un cuchillo y solía taparse la cara con una camiseta u otra prenda de vestir.