Un vecino de la calle San Julián, situada en el barrio de Matías Montero, ha denunciado que dos de sus mascotas han muerto tras haber ingerido comida envenenada. No es la primera vez que esto sucede porque, según cuenta el mismo vecino, Jesús Dionisio "a otro gato que teníamos también nos lo envenenaron" y la propia asociación protectora de animales advirtió hace unos meses de que habían aparecido restos de comida envenenada en las aceras de Matías Montero.

"Dimos la voz de alarma para que los padres estuvieran atentos por sus hijos", explica la presidenta de la protectora, María Salud Mateos. Entonces, aumentaron la vigilancia en la zona y descubrieron "que desaparecían gatos, pero como eran callejeros, les perdimos la pista y no se pilló a nadie".

Ahora, Dionisio afirma que a su perro y su gato les han envenenado en el patio interior de su edificio, al que tenían acceso por residir Dionisio en un bajo, y mediante salchichas con veneno. "Lo ha confirmado el veterinario cuando le ha hecho la autopsia a uno de ellos". Tanto este vecino como la protectora consideran que esto es obra "de un vecino del barrio".