En la actualidad, el centro de día de San Francisco apenas tiene lista de espera, con lo cual se han reducido notablemente los tiempos hasta la concesión de una plaza, respecto a la primera etapa de funcionamiento.

Así lo ha informado la psicóloga del centro gestionado por la Junta, Mercedes Castro, quien destacó que "mucha gente no pide plaza porque creen que al ser público hay mucha demanda, pero debido a la ampliación de recursos en nuestra comunidad para la atención a demencias, se ha reducido notablemente la lista de espera", explicó.

De esta forma, el centro tiene capacidad para 18 personas divididas en dos grupos según la fase de su enfermedad: Leve-moderada o severa. Castro advierte de la importancia de solicitar el servicio en la fase leve de la enfermedad, ya que "muchas familias, por ignorancia o por desconocimiento, esperan a que el deterioro esté avanzado para buscar ayuda y no debe ser así, ya que en sitios especializados realizamos intervención terapéutica y consiguen así mantener más tiempo sus capacidades", dice.

De esta forma, mediante las siete horas al día de lunes a viernes que estas personas acuden al centro, los profesionales trabajan para mejorar su calidad de vida pero también la de los familiares. Esto es, destacan, porque el centro es una opción de interés para aquellos pacientes que disponen de un entorno familiar que pueda hacerse cargo de ellos durante las tardes y fines de semana.

Así, todas aquellas personas interesadas en el servicio pueden solicitar plaza en el centro con el requisito imprescindible de tener el diagnóstico establecido de cualquier tipo de demencia por el médico de atención especializada. Con esto, la psicóloga hace una valoración, junto a una trabajadora social, y es entonces cuando el paciente comienza a ser tratado por los profesionales del centro y realiza diversas actividades, entre las que se encuentran gimnasia, manualidades, estimulación cognitiva o lectura, entre otras.