Durante julio y agosto, los niños disfrutan de sus vacaciones escolares, pero a menudo no pueden compartirlas con sus padres. En ocasiones esta situación puede plantear un problema: ¿Qué hacer con los niños en verano mientras los padres trabajan? Así surgió el campamento de La Paz, gestionado por el ayuntamiento y denominado Centro Escolar Abierto, una alternativa a la conciliación familiar, laboral y educativa .

Desde el 14 de julio y durante un mes, el colegio La Paz acoge un campamento urbano por el que pasarán hasta 143 niños de entre 6 y 12 años. El campamento está destinado a armonizar la vida familiar con la laboral. Es así una alternativa para aquellas familias que no tienen vacaciones en verano. "Los padres trabajadores están tranquilos mientras sus hijos aprenden y se divierten", asegura una de las coordinadoras del campamento, Noemi Parra, de ASAJU --asociación juvenil encargada de organizar esta iniciativa del ayuntamiento placentino--.

Por cuarto año consecutivo, se imparten talleres de animación a la lectura, técnicas de estudio, musicoterapia, inglés, deportes, informática, manualidades, cocina, juegos de mesa y medio ambiente. Cada mañana, entre taller y taller, hacen una hora de piscina y además disponen de un comedor con catering de Cáritas para los niños cuyos padres trabajen al mediodía.

Para María, de 7 años, es el cuarto año de campamento y ha asistido a él desde la primera vez que se organizó: "Estoy contenta porque me lo paso muy bien con mis amigas Irene y Sara. Lo que más me gusta es la cocina y las manualidades". Pero no sólo disfrutan los niños. Los ocho monitores de ASAJU también se divierten en el campamento: "Hay talleres muy entretenidos y como es la cuarta vez que se hace y hay niños que han venido todos los años, nos hace ilusión verles crecer", afirma Noemi. Aprender y divertirse al mismo tiempo es posible.