Un árbol de grandes dimensiones cayó ayer al suelo en el parque de La Isla, derribado por el fuerte viento. Fue el detonante de la decisión municipal de cerrar de nuevo el parque al público. Lo que también se decidió para el parque de Los Pinos y para los paseos de las riberas del río.

Es la segunda vez en poco más de un mes (la vez anterior fue el 13 de marzo) en que el ayuntamiento se ve obligado a tomar esta medida por motivos de seguridad, para evitar que las ramas pudieran caer sobre los viandantes.

Porque, según informó Efe, hasta las diez de la mañana se produjeron en la ciudad rachas de viento de hasta 64 kilómetros por hora, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología.

El miércoles a mediodía, ya cayeron ramas de un árbol situado en un parque de Miralvalle y ayer lo hicieron en La Isla y paseos del río. Según el ayuntamiento, trabajaron en su retirada y prevención agentes de la policía local, operarios de la brigada de obras y de la brigada verde, trabajadores de la empresa de jardines y voluntarios de Protección Civil.