Por primera vez en siete años, el aula de literatura José Antonio Gabriel y Galán se quedó literalmente en la calle el martes con el poeta Antonio Gamoneda de invitado porque se encontró con el aula municipal de cultura en obras sin previo aviso e inició un peregrinaje buscando dónde realizar la tertulia hasta el auditorio Santa Ana de la Caja de Extremadura, donde se celebrarán ya en adelante.

"Nunca más volveremos al aula de la calle Verdugo, que parece más un coto cerrado del ateneo, porque nos parece una falta de respeto y seriedad y desde luego no creemos que haya sido un despiste". Así de contundentes se mostró ayer el escritor Alvaro Valverde, quien cuestionó que haya sido un error porque este es un ciclo largamente anunciado e indicó que el ateneo no puso ningún problema ni el día anterior durante los preparativos.

Así, añadió que ésta era una crónica anunciada desde que la alcaldesa firmó la cesión compartida con el ayuntamiento del aula al ateneo por encima de la voluntad de la concejala de Cultura, Lidia Regidor, quien ayer rechazó toda responsabilidad porque dijo que es el ateneo el que se quedó encargado de gestionar su uso. "Yo misma tengo que pedir el aula al ateneo si me lo solicita algún colectivo".

De hecho, dijo desconocer las obras en marcha, que atribuyó a la concejalía de Obras mientras el presidente del ateneo, Nicéforo Luengo, asumió ayer que "hemos fallado en la previsión, pero ésta sigue siendo su casa".