El pleno municipal aprobó ayer la subida de las tarifas del servicio del taxi en un 11%, conforme a una propuesta presentada por los taxistas "que llevabamos esperando desde el año pasado", explicó Valerio Herrero, vocal de la agrupación regional de taxistas.

Este gremio ha luchado por esta subida "ya que la última fue en junio del 2006" y achaca la necesidad de este incremento en la subida del petróleo, los seguros, la ITV, el aceite y todo lo demás relacionado con el mantenimiento del vehículo. Herrero destaca que "el seguro del coche ha subido en un 15% en el último año, y todo en general ha aumentado entre un 15 y 20%, por lo que subir un 11% en dos años, no es mucho", argumenta.

Sin embargo, es el depósito de combustible el que más quejas se lleva entre los taxistas. El vocal de la asociación resalta que "ha subido un 40%" mientras que Francisco Sánchez, un compañero del gremio informó ayer: "Acabo de llenar el coche de gasoil y de 0,84 céntimos que estaba no hace mucho, hoy estaba a 1,15 euros", se quejó.

Los taxistas se encontraban ayer contentos de poder aumentar las tarifas, aunque no se verán reflejadas en el taxímetro hasta dentro de unos meses. Tras el visto bueno del pleno, irá a la Comisión Regional de Precios, dependiente de la Junta, que decidirá si se aprueba o no.

Por tanto, coger un taxi costará, en meses, un 11% más. Esto supondrá que el servicio mínimo pasará de ser de tres euros a 3,35; la bajada de bandera será de 1,65; o que la hora de espera pasará a costar 14,60 euros.