El alcalde Fernando Pizarro informó hace unos días que la junta de gobierno local ha cambiado los nombres de dos calles con vestigios franquistas como son la avenida Calvo Sotelo y la Calle Millán Astray.

Un cambio de nomenclatura que se realiza tras recibir el requerimiento de la Diputación Provincial de Cáceres para «hacer un inventario de todos aquellos vestigios que todavía quedan en la ciudad». Unos vestigios de los que quedan «unas pocas menciones» por la labor realizada «años atrás», señaló el alcalde.

Ha sido un técnico municipal el encargado en encontrar dichos vestigios e incluso «antes de entregar el documento» de inventario que pide la Diputación de Cáceres «nosotros lo cambiemos» para que no se incluyan en el mismo, aseveró Pizarro.

Es el caso de la avenida Calvo Sotelo, que estaba dedicada «al político monárquico asesinado en julio de 1936» que no cambiará de nombre pero sí de dedicatoria y seguirá llamándose Calvo Sotelo, pero en honor de Leopoldo Calvo Sotelo, segundo presidente del Gobierno de la democracia entre 1981 y 1982.

La junta de gobierno ha acordado que se le dedique la calle ya que ha sido «el presidente más culto de la democracia» y porque ese presidente «se merece esa mención, porque además estuvo relacionado con el 23 F con su investidura», indicó el edil.

«A la gente no le gusta que se le cambie el nombre de las calles porque es un lío» declaró el alcalde, de ahí el cambio de dedicatoria al político democristiano.

No puede hacerse lo mismo con Millán Astray, en el barrio de San Lázaro, aunque hay «sentencias judiciales que obligaban a quitarlo, otras no al ser el fundador de la legión, luego otra vez que sí que porque era un nombre franquista». Pero para ahorrarse problemas se cambiará por la de Calle Cordel, «pues por allí pasaba un antiguo cordel ganadero».

NO ESTARÁN EN EL INFORME / Estas dos calles no aparecerán en el informe que se remita a la diputación, lo que sí estará son los «elementos franquistas» en algunos «bloques sindicales» de los barrios de San Miguel y La Data, sobre todo placas identificando los inmuebles como parte de la política de vivienda del Instituto Nacional de Vivienda en las que aparecen los emblemas de Falange Española de la JONS. En ese caso «se insta a las comunidades de vecinos para que los cambien».

Donde existen dudas es en el nombre de la avenida Martín Palomino por lo que se ha pedido «a la archivera municipal» y cronista de la ciudad, un «informe pertinente para ver cuando se define el nombre de esa avenida» y que se vea como se dedicó a un «político del régimen», afirmó.

Pizarro destacó la gran labor desarrollada tanto por su gobierno como por el anterior del PSOE en el tema de memoria histórica y se entregará el inventario en 20 días «sin que haya mucho problema», sentenció.