El ayuntamiento ha denunciado ante la Fiscalía de Menores ocho casos de absentismo escolar en lo que va de curso mientras tramita otros diez de escolares que faltan reiteradamente a clase en colegios e institutos. Es una medida iniciada desde el principio de legislatura por el edil de Educación y Bienestar Social, Victoriano Durán, que ha empezado a dar resultados.

Recientemente la titular del juzgado de lo Penal, Manuela Pérez, ha condenado a una madre a pagar una multa de seis meses con una cuota diaria de cuatro euros por permitir que su hijo, de quince años, faltara hasta 144 veces durante el curso 2004-05 y en 59 ocasiones su hija, de diez. Lo que ha animado al concejal en su empeño de proteger el derecho del menor, en su mayoría de minorías étnicas.

"Antes la fiscalía remitía el asunto a un problema estrictamente educativo con el argumento de que no había dolo, pero ahora muestra más sensibilidad" indica Durán, que destaca la importancia de que también el docente y el centro se impliquen. A lo que el edil advierte de que ahora están obligados por la Junta de Extremadura.

Desde ese momento se da un aviso a los padres y si no, intervienen un trabajador social y los Servicios Sociales del ayuntamiento, que acaban poniendo en conocimiento de la Fiscalía el caso. Como el absentismo es recurrente entre la población gitana, Durán ha vetado las ayudas municipales para sacarse el carnet de conducir a cuantos padres estén en esta situación. El ayuntamiento abona la matrícula a personas de etnia gitana que luego se pagan las clases.