El servicio de limpieza está echando raticidas en las alcantarillas de La Esperanza, en torno a las viviendas sociales de la Junta de Extremadura al principio del polígono de La Data, donde los vecinos aseguran que las ratas han vuelto a aparecer por la falta de limpieza, el abandono de la jardinería y porque el ayuntamiento no repara los acerados levantados y demás desperfectos que hay en las calles.

Por ejemplo, ni a diez metros de los columpios hay una arqueta destapada y no muy lejos cables que indican que en su día hubo una farola, aceras rotas, abundante maleza y apenas iluminación, añaden los vecinos. "Pero por aquí unos y otros sólo vienen a pedir el voto", se desesperan los denunciantes.

La concejala de Limpieza, Carmen Blázquez, por su parte, ha dado ya orden de desratizar y ha acordado con la edil de Obras, Mónica García, que la brigada municipal inspeccione la zona para ir anotando las reparaciones pendientes y acometerlas en breve. "En cuanto a la limpieza pueden estar tranquilos de que aumentará en cuanto la empresa haya contratado al personal nuevo", indicó Blázquez.

Estas, además, son las mismas quejas que hizo año tras año la asociación de vecinos, que ya no existe, y que también pidió, en la pasada legislatura, una barandilla para evitar caídas por el desnivel de tierra que hay junto al centro cívico. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, pero no parece ser verdad en La Esperanza.