En mayo del 2016, el gobierno municipal aprobó un protocolo de actuación en caso de detectar vertidos de residuos en la vía pública. Ahora, al trabajo de detección se incorporará el dron adquirido por el ayuntamiento, que quiere además, gracias a este aparato, realizar un inventario actualizado de los existentes.

Así lo ha anunciado el concejal de Medio Ambiente, Luis Miguel Pérez Escanilla, quien en la junta de gobierno celebrada el pasado 6 de octubre, explicó la situación de los expedientes sancionadores abiertos en la actualidad y la necesidad de instar a la policía local a tramitarlos con la «máxima celeridad».

Según sus datos, en el término municipal existen en torno a una veintena identificados y 7 expedientes sancionadores iniciados, de los que ninguno se ha resuelto todavía. Las sanciones que fija el protocolo son altas, porque generan un «daño importante» al medioambiente, en palabras del edil. Así, oscilan entre multas de hasta 900 euros, las más leves, y de hasta 1.750.000 euros las más graves, porque afectarían a los vertidos de residuos peligrosos.

El aviso de un vertido ilegal lo puede dar un ciudadano o un funcionario municipal y, según el protocolo, se pasaría inmediatamente a la policía local, quien se encargaría de abrir un expediente investigador para localizar al autor del vertido, que en la mayoría de las veces no se localiza, y después un expediente sancionador. Según Escanilla, hay tres autores de vertidos identificados «con nombres y apellidos».

La retirada de los residuos la realizan la brigada verde, la brigada de obras y la UTE de limpieza y también se puede recurrir a una empresa especializada en caso de que sea necesario por el material vertido, como ruedas y amianto. En este caso, Escanilla pone de ejemplo las ruedas abandonadas en el solar del antiguo matadero, que va a retirar una empresa en breve. «No se ha hecho antes porque están ensartadas con un cable y hay que cortarlo con una radial y no se ha podido hacer por el riesgo de incendio». En todos los casos, se realiza una cuantificación del coste de la retirada y gestión de los residuos para poder repercutírsela al infractor, si se identifica.

Según explicó el concejal, los puntos calientes de vertidos son la carretera de Jaraíz, la antigua de Malpartida de Plasencia, la parte alta de San Lázaro, el Camino de las Huertas y el Camino de la Pared bien hecha, donde la brigada verde recoge vertidos «casi a diario». La mayoría proceden «de pequeñas obras caseras. Puertas, ladrillos, cristales, bañeras...»