El concejal de Interior, Francisco Martín, se reunió ayer en el consistorio con trece hosteleros y con representantes de la asociación de vecinos Zona Centro, de Fepave y de la calle Vidrieras para buscar una solución al problema del exceso de ruido en las madrugadas de los fines de semana.

"Hemos alcanzado un pacto de convivencia y respeto", aseguró ayer el edil, quien también comentó que "los dueños tienen que quitar la música y cerrar los bares entre las 3.30 y las cuatro de la madrugada". Para velar por el cumplimento estricto de esta medida, Martín precisó que la policía local "efectuará visitas a la zona de copas".

Además, el responsable de Interior emplazó a los hosteleros, propietarios de las pistas de verano y representantes de los vecinos de la zona centro y El Berrocal a mantener una reunión conjunta "en diez o doce días".

Asimismo, el concejal informó de que los agentes comenzarán esta noche a realizar controles de alcoholemia en diversos puntos de la ciudad. "No se trata de pillar a la gente, sino de prevenir accidentes", subrayó.