Como ocurrió con motivo del concierto de Extremoduro, el ayuntamiento recibió ayer un escrito firmado por el colectivo de bares de noche en el que solicitan una ampliación de horario para los días 28, 29 y 30 coincidiendo con la celebración del Festival Internacional Folk. "Esta petición la hacemos -- dicen textualmente-- al igual que en otros eventos extraordinarios pues como ustedes sabrán, los conciertos terminan sobre las dos de la mañana y es cuando la gente baja a los bares".

El texto es así de escueto, pero su portavoz añadió ayer que en el ánimo de los firmantes está que el ayuntamiento les permita mantener abiertos sus negocios hasta las cinco de la mañana. Es una iniciativa surgida de entre los locales de la popular calle de los vinos, donde la medida municipal de incrementar la vigilancia policial para hacer cumplir los horarios de cierre ha caído como un jarro de agua fría. De hecho, según fuentes municipales son ya varios los responsables de los establecimientos afectados que han ido a interesarse por su situación a las dependencias policiales.

Ninguno quiere hablar públicamente, pero en privado se quejan de lo que consideran una persecución. "Si seguimos así muchos vamos a tener que cerrar porque los clientes no nos vienen del botellón hasta la hora, casi, de cerrar". Es el testimonio de un afectado que resume el sentir general mientras los residentes en el centro, aunque desconfiados, han recibido con satisfacción los controles policiales en defensa de su derecho al descanso.