Desde Matías Montero, por el sur, hasta Dolores Ibárruri o la carretera del Valle por el norte. La feria de la tapa se ha ampliado al lograr implicar a establecimientos de toda la ciudad.

Un total de 33 se han inscrito en esta segunda edición de la feria, ocho más que el año pasado, por lo que el alcalde en funciones, Pablo Sánchez del Mazo, destacó ayer que "se está demostrando que la feria va cogiendo aire y se va consolidando".

Así, mientras que en la plaza Mayor participan cuatro establecimientos, otros nueve están ubicados en las calles más próximas, seis en Miralvalle, dos en Cañada Real, tres en Rosal de Ayala, otros dos en la avenida de Extremadura y uno en Matías Montero, Sor Valentina Mirón, avenida de Salamanca, plaza de Los Pinos, la Mazuela, Dolores Ibárruri y Carretera del Valle.

Todos deben exponer tres tapas al público --en total 102-- que ayer pudieron degustar en la escuela municipal de cocina los miembros del jurado profesional. La concejala de Turismo, Raquel Puertas, destacó en este acto el esfuerzo demostrado por los hosteleros este año al primar las tapas innovadoras frente a las clásicas: "se lo han currado, algunas están muy elaboradas".

Además del jurado profesional, los ciudadanos podrán votar por sus tapas preferidas sólo con entregar un folleto en la oficina de turismo. A cambio, recibirán una botella de aceite y entrarán en el sorteo de un fin de semana en un hotel de cuatro estrellas. La feria se extenderá hasta el domingo y se podrá tapear de 12.30 horas a tres de la tarde y de ocho a diez de la noche.