Una de las antiguas reivindicaciones de Miralvalle, contar con un hogar de mayores, se va a hacer realidad. Es el compromiso que arrancó ayer la directiva de la asociación de vecinos a la alcaldesa durante una reunión en la que le transmitieron sus demandas.

"Nosotros queríamos que el hogar estuviera en los pabellones militares, pero la alcaldesa nos ha puesto dificultades y nos ha dicho que buscará otra sede para el hogar", explicaba ayer el presidente vecinal, Agustín Benavente. La asociación justifica esta petición en que "este es un barrio con viviendas de hace más de 40 años y la mayoría de los vecinos son gente mayor".

Junto a esta reivindicación, la directiva vecinal reiteró a Elia Blanco su deseo de contar con una sede vecinal en el barrio, porque la que comparten ahora con Rosal de Ayala está fuera de la barriada y volvieron a insistir en la necesidad de cambiar el alumbrado público, que apenas si alumbra; además de en la construcción de una rotonda entre la calle Cabezabellosa y Ordenes Militares; el repinte de los pasos de cebra o mejoras en el asfaltado, entre otras medidas.

Según indicó Benavente, la alcaldesa ha accedido a algunas de estas demandas y, como ejemplo, les ha prometido el cambio de las tulipas de las farolas para mejorar la iluminación. Su intención es incluir estas obras en los presupuestos del 2008 y, tras años con las mismas peticiones, los vecinos dicen confiar "en que las cosas se hagan".