Los vecinos del barrio de San Miguel se muestran indignados y molestos con la resolución llevada a cabo por el concejal de Bienestar Social, Victoriano Durán, quien ha ordenado a la trabajadora social que no acuda a la sede vecinal porque "no reúne las condiciones de seguridad", según declaró en su momento. Por tanto, las cuestiones que actualmente cualquier vecino del barrio quiera gestionar o solucionar, tendrá que hacerlo en el ayuntamiento, pidiendo previa cita.

La Asociación de Vecinos La Unión de San Miguel está tomando cartas en el asunto desde que se originó el problema y baraja la posiblidad de nombrar al concejal persona "non grata", sino se disculpa públicamente con el barrio, y plantea la solución al problema con el regreso de la asistente social a la sede de la barriada.

Mientras tanto, los vecinos están indignados por la resolución tomada por el concejal. No están de acuerdo con la declaración de que el barrio San Miguel sea inseguro, puesto que tampoco se ha expuesto una argumentación sobre esa inseguridad. Otro de los puntos por los que se muestran en desacuerdo los vecinos es con la idea de centralizar los asuntos de los barrios.