Dos coches oxidados en pleno cauce del río y en menos de doscientos metros, restos de acampada a su orilla con cientos de platos y vasos de plástico, mantas, cochecitos de bebés, somieres e incluso serpentina y confetis de alguna fiesta entre botellas de alcohol y refescos. Este es el panorama tan desolador que se encontrará el caminante que recorra la ribera del Jerte por el camino de las huertas a muy escasos metros de las últimas viviendas de La Data.

Un paraje de gran belleza natural a la orilla contraria de La Caleta que la basura acumulada ha tornado en un espectáculo bochornoso y preocupante porque a unos dos kilómetros aguas abajo son cientos los bañistas que disfrutan, ajenos, del agua en el parque de La Isla.

El estado de suciedad en el que se encuentra la zona indigna a cuantos paseantes se topan con este panorama y a los vecinos de las fincas cercanas. No en vano queda a escasa distancia de las últimas viviendas de La Data. "A mí me pone de mal humor ver cómo está todo esto, ver la irresponsabilidad de individuos que están cargándose el medio ambiente --apunta uno de los vecinos-- y en numerosas ocasiones he visto abandonar coches en el río o llegar con grandes furgonetas para descargar todo tipo de basuras a la orilla".

CONCEJALIA DE CAMINOS Estos comportamientos incívicos están convirtiendo un paseo con encanto natural que incluso la concejalía de Caminos ha empezado a mejorar en un vertedero a orillas del río e incluso en un desguace porque llaman la atención dos coches abandonados y entre los árboles y arbustos, la protagonista siempre la misma basura.

Uno de los coches oxidados lleva meses, el otro ha aparecido a pocos metros recientemente y ambos con el agua hasta las ruedas con el consiguiente riesgo para el estado del agua que sirve al baño de cientos de personas. El Periódico trató, sin éxito, de recabar la opinión del concejal de Medio Ambiente, Miguel López Bueno, mientras fuentes del ayuntamiento apuntaban a la responsabilidad de la Confederación Hidrográfica del Tajo. Mientras, la basura sigue amontonándose.