La concejalía de Bienestar Social ayudó el año pasado a un total de 107 familias desestructuradas, es decir, con problemas de drogas, prostitución, mendicidad, malos tratos o monoparentales a través del plan municipal de Infancia y Familia, que se ha retomado este año con 41.100 euros de la Junta.

Como novedad y según explicó el edil Victoriano Durán, el programa se ha extendido a San Gil y Pradochano y aclaró que está dirigido a familias de todos los barrios, no sólo de los periféricos o zonas marginales. El programa lo desarrollan una trabajadora social, una psicóloga, dos educadores sociales y varios monitores e incluye la prevención y la intervención con familias ya desestructuradas a través de visitas --27 casos el año pasado-- o mediante talleres de ocio, de búsqueda de trabajo, sanitarios o de garantía social.