"No puedo estar satisfecha con el estado de limpieza de la ciudad porque hay déficits", admitió ayer la alcaldesa, quien los atribuyó a una minoría "de cafres reincidentes", pero también a que la empresa "cumple malamente", dijo textualmente. Así anunció que el ayuntamiento está trabajando ya en la redacción de un nuevo pliego para la renovación de la concesión, en el que habrá que estudiar qué mejoras son asumibles económicamente. Mientras tanto, se lamentó de que la empresa cumple "cuando estamos vigilando todo el día y no es razonable que tengamos que estar encima de alguien para que cumpla su trabajo", señaló, aunque también añadió: "Los incumplimientos son más de los ciudadanos que de la empresa". En el primer caso dijo que el ayuntamiento vigila permanente los incumplimientos de la empresa y en el segundo que "se multa siempre que se ve a los reincidentes".

Entre las cuestiones a revisar para la próxima adjudicación, según ha dicho la concejala del área, Carmen Blázquez, se encuentran la ampliación de la recogida de basura a los sábados o la implantación de contenedores subterráneos en el centro. Pero mientras tanto, la alcaldesa puso como ejemplo de malas costumbres el estado en que queda la Hispanidad con bolsas volando después de cada mercadillo los martes.