El ayuntamiento, con la alcaldesa Elia Blanco al frente, y los propietarios de las huertas de La Isla desbloquearon ayer un conflicto que se remonta a 1984 y ha sido la patata caliente que se han pasado unas corporaciones municipales a otras.

La alcaldesa no dudó en resaltar que el de ayer fue "un día histórico para Plasencia", ya que, de no haber alcanzado un acuerdo, habrían tenido que recurrir al tribunal del justiprecio y pagar una cantidad millonaria a los dueños de las huertas --la tasación de éstos supera los 53 millones de euros--, sumada a los intereses sobre el valor final, que comenzaron a correr el 20 de mayo del 2004 y oscilan entre los 1.050 y los 4.200 euros al día.

Sin embargo, tras reunirse Blanco con el 72% de los propietarios, han llegado a un acuerdo de permuta, por el que el ayuntamiento se quedará con el 94% de los 35.000 metros cuadrados de las huertas, mientras que los dueños podrán edificar en el 6% y además, recibirán 25 hectáreas de suelo municipal en el PP-6, situado tras Ciudad Jardín y lindando con la finca de Valcorchero, para edificar unifamiliares.

La alcaldesa explicó que, en este caso, será necesario realizar una modificación puntual del PGOU para ampliar las condiciones de edificabilidad, ya que "están en algo más del 30% y pasarán a más del 60%, prácticamente el doble". Como dato, explicó que el PP-6 tiene capacidad para 650 unifamiliares e indicó además que pedirá a la Junta que exima a la zona de la obligatoriedad de incluir el 25% de vivienda protegida.

El ayuntamiento se ha dado un año de plazo para tener lista esta modificación del PGOU --de lo contrario dijo que se indemnizaría a la propiedad-- y también la necesaria para que los dueños puedan construir en el 6% de las huertas. Aquí explicó que irá un edificio singular con más de 5.000 metros cuadrados de planta, que tapará el esquinazo del edificio del bar El Cordero y llegará hasta la altura del final de la calle Leonor de Plantagenet.

LARGA NEGOCIACION La alcaldesa aclaró que el acuerdo contempla también lo que le corresponderá al resto de propietarios que no participaron en la reunión y no quiso hacer una valoración económica del acuerdo porque "las valoraciones son siempre subjetivas y estimativas, depende de cuando vendan las viviendas tendrán un valor u otro".

Con todo, mostró su satisfacción porque "hemos dado respuesta a un problema que arrastra desde hace años y nos ha costado largas y duras negociaciones. Hoy --por ayer-- cerramos una página y abrimos otra". Además, no dudó en afirmar que "es el mejor acuerdo que podíamos alcanzar".