"La venta ambulante no se va a reconsiderar. Sí darle al ferial una finalidad buena para Plasencia y, por tanto, no puede ir en contra de los intereses de los comerciantes". Así corrigió ayer la alcaldesa a su portavoz, Pablo Sánchez del Mazo, que la semana pasada anunció la intención del gobierno del PSOE de reconsiderar la negativa municipal a autorizar el mercadillo de los domingos en el ferial proyectado por el concesionario, familia del también edil Enrique Tornero, tras conocer la recogida de firmas de vendedores ambulantes.

Del Mazo aceptó entonces reconsiderar cuántos puestos de venta ambulante tendrían cabida en el nuevo mercadillo, pese a la oposición frontal de la Federación Empresarial Placentina, que se reunió después con urgencia con las asociaciones de comerciantes del centro y de la avenida de la Vera, con apoyo de la Cámara de Comercio, para advertir de que la autorización les llevaría a convocar un cierre de los comercios en protesta.

Pero ayer la alcaldesa, que ha pedido a la patronal una reunión para la semana próxima, precisó que la venta ambulante no se someterá a debate, sino sólo una propuesta para celebración de eventos monográficos y dijo estar convencida de que llegará a acuerdos con los empresarios y comerciantes, a quienes reconoció que perjudicaría un mercadillo.