Familias enteras se han hecho ya con una bici por cabeza y, según los talleres consultados, se ha disparado también la puesta a punto de bicicletas que la adecuación de las riberas del río ha animado a sus dueños a desempolvar. Curioso, pero cierto. Las tiendas especializadas coinciden en que el mercado local de venta de bicicletas vive un boom. Hasta un 25% calculan en Fuentes, la casa de las bicicletas por excelencia en Plasencia.

Pero también en Kilómetro Cero, Carrefour y varios talleres confirman el efecto multiplicador que para el negocio ha tenido la actuación de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) sobre las riberas a su paso por la ciudad. "Además no hay un perfil concreto y hasta familias enteras nos han venido", destaca Miguel Angel Sánchez, de Fuentes, que cifra entre 200 y 250 euros el gasto de media por cada bici.

No hay más que darse una vuelta por las riberas. Incluso para confirmar otro dato curioso aportado por los comercios consultados, que lo que también se ha incrementado es la venta de timbres y bocinas. Y con ello las quejas de usuarios, ya habituales, de este paseo porque a falta de carril bici, peatones, ciclistas e incluso caballos comparten el camino.

"Ha sido un error no delimitar el carril bici porque tenemos que ir espantando bicis, cuando no sorteando las defecaciones de los caballitos" se quejaba, visiblemente molesto sobre el terreno, un hombre de avanzada edad que se ha apuntado a las caminatas por estos senderos. Incluso hay quien asegura que se cuelan motoristas y hasta conductores para lavar el coche a cubazos con agua del río. Lo que los afectados piden vigilar por el bien de la convivencia de unos y otros a lo largo de unos paseos cuyo asfaltado ha sido el otro frente de los usuarios, ya resignados. En el lado bueno, el redescubrimiento de las dos ruedas para muchos que habían renunciado por las cantidad de cuestas y la inexistencia de carriles bici que sufre esta ciudad.