Pasaban las cuatro de la madrugada de ayer cuando los vecinos del bloque número 63 de la calle Eulogio González sintieron "como una explosión". Un camión de recogida de basura acababa de empotrarse contra su edificio. El accidente provocó diversos daños materiales, pero ninguna víctima y, aunque la policía investigaba ayer las causas, el conductor del camión señaló in situ que el vehículo había derrapado por el agua de lluvia acumulada en la calzada.

La cabina quedó incrustada en la cochera de un matrimonio que tiene su casa al mismo nivel, por lo que, desde su cocina se podía ver ayer el camión y los efectos del choque: una de las puertas de la cochera arrancada de cuajo del marco y doblada.

Según los testigos, los tres ocupantes del camión salieron por su propio pie, mientras que los vecinos se llevaron un buen susto: "A mí me bajaron una tila de los nervios que tenía", señalaba ayer la dueña de la cochera afectada. Otro matrimonio tuvo que trasladar a una hija pequeña de la habitación más próxima al lugar del choque.

Técnicos municipales acudieron también a la zona y comprobaron que el golpe solo había provocado daños superficiales a los bloques 63 y 65. Además, el camión rozó a dos coches que estaban aparcados y causó daños en dos señales de tráfico.

CONTROL DE VELOCIDAD Los vecinos se quejaban ayer de que no es la primera vez que se producen accidentes en esta zona. Como ejemplo, en la frutería próxima recuerdan que un día se encontraron con un coche empotrado en la tienda.

Avisan de que los vehículos suelen ir a más velocidad de la permitida, por lo que ayer pidieron al ayuntamiento que coloque algún sistema en la calzada que permita reducirla y evite así nuevos accidentes.

Tras este último, acudieron a la zona personal del parque de bomberos, policía local y fue necesaria la presencia de una grúa para retirar el camión debido a sus grandes dimensiones.