Pese a que el calor hace estragos en agosto y que a todo el mundo le gusta cogerse unos días de vacaciones, la asociación Placeat mantiene abierto desde el pasado 4 de agosto y hasta el día 20 el campo de trabajo de San Gil, con la finalidad de proponer fórmulas de ocio para las personas con discapacidad intelectual.

En las instalaciones de San Gil, dependientes de la Junta, la jornada comienza muy pronto. A las ocho de la mañana suenan los despertadores de las 20 personas sin discapacidad que comparten su tiempo con los usuarios de Placeat. Tras desayunar todos juntos, preparan las actividades del día.

De lunes a viernes, se dividen en tres grupos que van desempeñando una actividad cada día. Uno de los grupos dedica la mañana a visitar las cuadras para atender a los caballos. El segundo realiza labores de jardinería, "una tarea más dura", explica uno de los usuarios. El tercer grupo, se dedica a labores de infraestructura, es decir, a mejorar y mantener las instalaciones.

Todo ello "disfrutando mucho porque trabajamos divirtiéndonos", afirma una de las monitoras. Después de la mañana, llega el relax con la piscina, la actividad favorita de todos "porque jugamos y lo pasamos genial", cuenta un usuario. Y lo mejor es el fin de semana, con más juegos, excursiones y barbacoas. En definitiva, es el campamento solidario del verano.