Cannabis, cocaína, y en la mayoría de los casos, mezcladas. Son las drogas más detectadas en conductores en los cuatro años que la policía local lleva realizando controles de estupefacientes con el objetivo de "retirar de la vía pública un peligro potencial al volante".

La policía local placentina fue una de las primeras en realizar estos controles y esta semana, la jefatura ha acogido un curso para formar a 13 agentes de la provincia en el uso de los aparatos de detección. Las prácticas han consistido el controles, que se realizaron ayer y el miércoles, en Ciudad Jardín, la glorieta de Gutiérrez Mellado, Obispo Laso y en el entorno de los institutos Virgen del Puerto y Valle del Jerte.

El resultado de estos controles fueron tres positivos y en todos los casos de mezcla de cannabis con cocaína. "El dato es significativo porque se han hecho muy pocas pruebas, dado que eran controles formativos", señala el intendente policial, Enrique Cenalmor. Como ejemplo de que no solo se consume alcohol y se conduce sino que también se consumen drogas y se conduce, Cenalmor explicó que "de 2.200 pruebas realizadas por la Guardia Civil en los años 2011 y 2012, el 62% dieron positivo. La propia Dirección General de Tráfico ha dicho que va a invertir un millón de euros para que se realicen más pruebas de drogas".

Estos test se realizan de forma más discriminada porque cuestan más que un control de alcoholemia. El equipo para la prueba puede costar entre 13 y 25 euros, pero el resultado debe confirmarlo un laboratorio --la policía local tiene un convenio con uno de Barcelona-- y el coste de la confirmación es de 90 o 100 euros, según la policía.

Por eso, la policía elige con cuidado a quién someter al control de drogas y subraya la fiabilidad de los aparatos que utiliza porque, en estos cuatro años de pruebas, "el laboratorio siempre ha confirmado nuestros positivos", subraya Cenalmor.

Cuando un conductor da positivo en drogas, se le inmoviliza el vehículo y se le toman los datos. Si el laboratorio confirma el positivo --suele tardar tres o cuatro días-- la policía tramita la propuesta de sanción, que sería de 500 euros y la retirada de seis puntos del carnet de conducir. La ley obliga a los conductores a someterse a este tipo de controles, que buscan mejorar la seguridad vial en la ciudad.