Las casetas volvieron a ser las protagonistas de las noches de feria del fin de semana. El sábado fue sin duda su mejor día porque estuvieron abarrotadas durante toda la noche y la música de las orquestas no dejó de sonar hasta pasadas las siete de la madrugada. Además, el molesto viento que soplaba en el ferial empujó aún más a los placentinos y foráneos a entrar en las casetas.

La noche de ayer fue más para los socios, que celebraron sus cenas de despedida de feria, aunque una vez finalizaron, acogieron de nuevo a los que no dudan en aprovechar hasta el último día de fiesta, dado que hoy es también festivo.

COLAS EN EL FERIAL

Y si las casetas estaban llenas el sábado, en el ferial no cabía un alfiler, sobre todo, por la afluencia de personas llegadas de las comarcas. Había colas para montar en las atracciones --este año con novedades como la noria o una montaña rusa infantil-- y también ante los puestos de helados, hamburguesas, pollos asados, o simplemente, para comprar una lata de refresco.

Además, fueron pocos los que no se animaron a jugar a los dardos, el bingo, la tómbola o los camellos, que también aprovecharon la noche y algunos no cerraron hasta el amanecer.

La noche de ayer también hubo gente, aunque menos, al marcharse los comarcanos y foráneos a sus lugares de origen. Por la mañana, ya se notaba la resaca de la noche del sábado, ya que sólo los matrimonios con niños estaban en la plaza a las doce del mediodía para disfrutar de los juegos infantiles. La hora de las cañas también se retrasó y hubo menos afluencia de gente en las calles, aunque los jóvenes volvieron a llenar Maldonado. Hoy, el llamado lunes de resaca pondrá con los fuegos artificiales el punto y final a la fiesta.