Desde las cinco y media de la tarde del sábado hasta las nueve de la noche. Ese fue el tiempo en que un condenado por maltrato psíquico y físico en el ámbito familiar, entre otros delitos, permaneció ilocalizable, tanto para su víctima como para el centro que controla su ubicación, porque tiene varias órdenes de alejamiento que no cumplen hasta septiembre del 2018, según fuentes policiales.

Fue precisamente el centro que controla el dispositivo del maltratador quien avisó a la mujer de que habían perdido su señal y quien volvió a avisarla cuando la hubieron recuperado. En ese periodo de tiempo, "la Policía Nacional no me llamó para ver dónde estaba ni cómo estaba y tampoco mandó un coche para protegerme por si intentaba acercarse a mí. Nada".

Lo denuncia su víctima públicamente y también lo ha hecho en la comisaría de la Policía Nacional. Lo hizo el mismo sábado, nada más enterarse de que su maltratador estaba ilocalizable. Porque además, nadie la avisó de que estaría fuera de la cárcel, sino de todo lo contrario. Le dijeron que saldría con un permiso desde ayer y hasta el día 15.

Este condenado tiene concedido el tercer grado y "la Policía Nacional me llama los miércoles o jueves de cada semana para avisarme de sus salidas. El jueves me llamó y me dijo que la notificación que tenían era que salía del 8 al 15, así que yo estaba tan tranquila, pensando en irme fuera a ver los Carnavales".

De hecho, el sábado, cuando el centro de control la llamó para avisarla de que habían perdido su señal y de que su última ubicación no era en la cárcel, ella estaba paseando a su perro por la calle. "Imagínate que me lo encuentro de frente...".

Entonces llamó a la Policía Nacional y a la Subdelegación del Gobierno y "ninguno tenía notificación de que hubiera salido de la cárcel, aunque después confirmaron que sí y el centro de control me dijo que sí se había avisado a comisaría".

Desde que conoció que estaba en la calle, permaneció en casa y también sus hijos. "Yo les dije que, hasta que no encontraran su señal, no sabíamos dónde estaba". Afirma que ayer, la subdelegación le comunicó que, dado que tiene concedido el tercer grado penitenciario, saldrá todos los fines de semana y "no tienen por qué notificármelo, pero qué casualidad que hasta la semana pasada me ha estado llamando la policía cada semana para avisarme. Pero aunque no tuvieran que hacerlo, y me lo digan ahora, ha estado casi cuatro horas ilocalizable y a mí me han dejado sin protección".