El 45% de las papeleras antivandálicas tienen abierta la cerradura con la que van clausuradas bajo llave. Además, casi el mismo porcentaje de estas grafiteadas por los vándalos que parecen cuestionar el nombre que las caracteriza.

Dos años y medio después de su instalación, las papeleras parecen no resistir los envites de los vándalos. Valga de ejemplo el sondeo elaborado por EL PERIODICO tras analizar ayer sesenta de estos cubos de basura. Además, en la calle del Sol una papelera que estaba situada hacia la mitad de la vía lleva desaparecida desde hace unas semanas, pero se desconoce si ha sido por el ayuntamiento de la localidad o por gamberros.

Por contra, cuando se instalaron, la edila de Servicios Municipales destacó que "van ancladas al suelo y tienen una chapa por detrás para que no puedan hacer palanca". Pero estas medidas antivandálicas ya han demostrado que no resultan lo suficientemente eficaces porque en varias ocasiones el ayuntamiento ha tenido que reponer algunas que estaban destrozadas. El caso más destacado fue en Semana Santa del año pasado, cuando los vándalos rompieron hasta veinte papeleras, tres de ellas de las instaladas en el centro que cuestan 580 euros cada una.

A estos actos hay que sumar también que el material de acero cortén con el que están fabricadas no es un impedimento para los grafiteros, ya que, la mitad de las papeleras aparecen pintadas. Este material, además, presenta actualmente un aspecto corrosivo casi en el 100% de este mobiliario urbano.

INVERSION El consistorio puso en total doscientas papeleras de este tipo en febrero del 2005 en la plaza y las calles cercanas, lo que supuso una inversión de 93.000 euros al Plan de Excelencia Turística. De momento, la edila responsable no ha realizado declaraciones sobre el estado actual de estas, ya que se encuentra de vacaciones.