El ayuntamiento ofrece ya el anunciado servicio de comida a domicilio para mayores dependientes y discapacitados. Medio centenar de personas solicitaron acogerse a este programa, aunque finalmente son una treintena los que reciben a diario la comida en su propia casa.

La concejala de Bienestar Social, Carmen Blázquez, se ha mostrado satisfecha por un servicio que comenzó a funcionar en diciembre "como un programa piloto porque lo que queríamos era no desperdiciar la comida que preparan los alumnos del curso de cocina del Plan de Formación e Inserción Profesional". Por eso, son los estudiantes los que elaboran los platos que luego reciben los mayores y discapacitados.

Pero el curso y, por tanto, el servicio, solo se mantendrá hasta el 26 de marzo, aunque Blázquez explicó que está buscando financiación con la intención de que pueda seguir funcionando.

El ayuntamiento cobra dos euros a las personas que reciben una pensión normalizada y un euro a quienes cobran una pensión no contributiva, pero la concejala aclaró que "la comida no se cobra, el dinero se utiliza para pagar el transporte".