El nuevo centro de Cáritas lleva semanas terminado, pero no puede abrir porque el ayuntamiento todavía no ha llevado los servicios de agua potable y saneamiento, a lo que se comprometió por la firma de un convenio en el año 1999. El alcalde dice ahora que el retraso se debe a dificultades técnicas y asegura que en unas semanas estará solucionado, por lo que la ONG tendrá que seguir esperando hasta entonces para prestar a las personas excluidas los servicios previsto en el inmueble.

El presidente de Cáritas Diocesana, Juan Francisco Serrano Pino, se reunió ayer con José Luis Díaz para instarle a agilizar los trabajos, ya que hace tres meses que se firmó el acta de replanteo que daba vía libre al ayuntamiento para iniciarlos y mientras la instalación de la red de saneamiento se ha retrasado, la del agua aún ni ha empezado.

El ayuntamiento --que sigue siendo el propietario de los terrenos porque sólo los cedió en uso a Cáritas-- adjudicó la obra a una empresa por unos 42.000 euros, con lo que sólo tiene que hacer la zanja por la que irá la red de saneamiento, entre el centro de Cáritas y el colector situado junto al puente del arroyo Nieblas. Sin embargo, la obra se ha retrasado por la imposibilidad de la maquinaria municipal de trabajar en esos terrenos, con lo que José Luis Díaz dijo ayer que "se está viendo la posibilidad de darle una solución técnica".

ROTONDA EN LA VARIANTE SUR

Según sus cálculos, las obras habrán finalizado el mes que viene y el centro de Cáritas podrá abrir entonces sus puertas, mientras Serrano Pino reconoció que "sólo estamos pendientes de esto" y explicó que su deseo habría sido empezar a funcionar este mes.

Aún así, Cáritas no ha querido permanecer de brazos cruzados y va a solicitar a la Junta de Extremadura la construcción de la rotonda en la variante sur, a las puertas del centro, que está prevista en el Plan General de Ordenación Urbana.

El nuevo centro de servicios integrados es un proyecto experimental de integración de las personas excluidas en el mundo del trabajo, al que se trasladarán todos los servicios que ahora se prestan en el centro de La Data, excepto el de acogida. Contempla un centro de orientación y empleo, uno regional de reinserción de los sintecho y una residencia de formación de formadores y destaca por haber contado con una diversidad de fuentes de financiación de las administraciones públicas y de Cáritas.