Si hay zonas que un aficionado a las tapas no debe perderse son el centro de la ciudad y el barrio de Miralvalle. Una y otra se han ganado una fama merecida ya sea por la variedad de la oferta, la cantidad, el sabor o la presentación.

Y es que el tapeo aquí se ha convertido en un arte, donde cada bar tiene su sitio y su especialidad, tanto que no es raro escuchar aquello de vámonos a tal bar a tomarnos tal tapa porque los clientes identifican cada tapa con el establecimiento de hostelería correspondiente.

Además, la oferta es tan variada que las tapas de una y otra zona son diferentes. Así, la paloma, el chipirón, la morcilla patatera o la tortilla de patata son especialidades de la zona centro, mientras que de Miralvalle destaca la paella, el pescado rebozado, la brocheta de picadillo con patatas o las croquetas. Ahora, la Concejalía de Turismo ha querido dar un pequeño homenaje a esta oferta gastronómica tan variada con una iniciativa que agradecerán sobre todo los consumidores porque podrán disfrutar de una degustación de lo mejor de las tapas de cada zona a un euro por consumición.