Cuatro delincuentes locales burlaron la madrugada de ayer a las policías Nacional y Local y a la Guardia Civil tras robar en el estanco del Rosal de Ayala y embestir, en su apresurada huida en dirección contraria por la avenida de la Vera, a un coche policial que trataba de cortarles el paso. Lograron huir y sólo uno de ellos, de dieciséis años, pudo ser detenido poco después por la Policía Local en las inmediaciones del cuartel.

Pero no todo queda ahí. El rocambolesco episodio había empezado hacia las cuatro de la mañana cuando se desplazaron a Jaraíz en un BMW que habían robado el domingo en Cañada Real. Allí quitaron un Opel Kadet y se separaron para irse a Tejeda del Tiétar a robar un estanco de donde salieron huyendo por la voz de alarma de un vecino.

EN ROSAL DE AYALA

De ahí se plantaron en el Rosal de Ayala en poco más de diez minutos cuando en este trayecto se tarda el doble en condiciones normales así es que los controles policiales llegaron tarde a la carretera. Hicieron palanca en la persiana de hierro, rompieron un cristal de seguridad y cogieron a saco hasta 20.000 paquetes de tabaco valorados en 7.813 euros.

Saltó la alarma y aunque enseguida acudieron tres vehículos de la Policía Nacional, los ladrones habían dejado los coches en marcha y emprendieron la fuga. El BMW golpeó un monovolumen policial y el Opel acabó chocando contra el Fiat Punto nuevo de Comisaría. Las embestidas conmocionaron a los agentes, pero ellos escaparon salvo el menor.

Luego dejaron abandonado uno de los dos coches cerca de San Lázaro y se marcharon en otro que estaba aparcado junto a Matías Montero. Fuentes policiales indicaron que es obra de una banda familiar de delincuentes locales que la pasada noche actuó a cara descubierta y a los que atribuyen más robos.