La gran fiesta infantil de los Reyes Magos, que cada año organiza Caja Extremadura como aperitivo a la cabalgata, reunió ayer en la plaza Mayor a cientos de niños deseosos de ver y hablar con sus Majestades. De ahí las largas colas que se formaron --hubo padres que esperaron hasta una hora y media para ver a los Reyes-- pero para amenizar la espera, unas cincuenta personas participaron en la organización de diversos espectáculos.

Hubo desde zancudos a un mimo --Leandro Herranz, de Madrid-- pasando por un espectáculo de títeres, teatro, de las compañías La Nada, de Madrid y el grupo de teatro Estable; el grupo de percusión de esta compañía, el malabarista Simón y hasta un espectáculo de tissue y trapecio, según contaba la responsable de la animación, Piqui Morgado.

No faltaron tampoco los payasos, de manos de Asaco Producciones, de Navalmoral de la Mata, que recorrieron la plaza como "la familia Tenderete, que se hace una foto por todos los lugares a los que va".

Se distribuyeron en cuatro escenarios --los niños participaron bailando y cantando-- más la jaima de los Reyes Magos, los más esperados y que no defraudaron a los niños. "¡Los he visto!", gritaba una niña emocionada.