Una sentencia del juzgado número 2 de Plasencia ha condenado a pagar una indemnización de 30.000 euros a los padres de cinco menores que abusaron sexualmente de otro, en concepto de los daños y perjuicios ocasionados.

Los hechos ocurrieron a finales del 2001 en Malpartida de Plasencia, donde residen todos los menores, y, según deja claro la sentencia, los cinco cometieron "una conducta grave originadora de un daño que los padres han de asumir en cuanto que a ellos corresponde el cuidado, vigilancia, control y educación de sus hijos".

En cuanto a la culpabilidad de los menores, la juez que instruyó el caso estima "suficientemente acreditado" que los cinco, que tenían entonces entre 11 y 13 años, "llevaron a cabo una conducta de abuso sexual". Aún así, no puede exigirse responsabilidad penal alguna al no haber cumplido los autores los 14 años.

La sentencia se basa a la hora de emitir el fallo en que el relato del menor que sufrió los abusos "ha sido persistente y con escasas variaciones desde que contó lo ocurrido a sus padres". Además, señala que dos informes psicológicos realizados al menor concluyen de forma idéntica que "su testimonio es creíble".

Por contra, relata que entre las declaraciones de los cinco menores ante el equipo psicosocial adscrito a los juzgados de Cáceres y en presencia judicial "se aprecian ciertas contradicciones". Por todo, cada pareja de padres deberá pagar 6.000 euros a la víctima.